(CICLO DEL AMOR Y DEL OLVIDO: ORTO)
5
ESPERANZA
Siempre abrigué
en mi corazón la esperanza
De encontrarla,
muerta o viva, alguna vez.
Siempre abrigué
tal idea en la añoranza
Pasada del
tiempo que, dulce, se fue.
Mi corazón no
pecó de esperanzado
Pues, muerta o
viva, como previó, la vio
En una noche de
mayo, en que lanzado
Estaba a la
aventura que le siguió.
La hallé viva y
derrochando juventud
Por las
asfaltadas calles de este suelo;
Mi corazón
tembló, fue de la inquietud,
Y sonriendo la
saludé con recelo.
Nos alejamos los
dos, no sé por qué,
Y quedó mi
corazón en desconsuelo.
Por inútil este
encuentro lo juzgué,
Y a la caza de
su alma emprendí el vuelo.
Mi esperanza la
llevé por horizontes
A los que solo
el cerebro daba vida:
Por inhóspitos
parajes, prados, montes,…
¡Vano intento de
imaginación fallida!
Busquéla entre
la palpable realidad,
Por entre el
ambiente inmoral, por el sano,
Calles enteras
corrí de la ciudad
Y no había
manera, pues todo era en vano.
Ya,
temporalmente, todo se acabó.
Marcho a paso
lento, triste, cabizbajo,
Dulce el amor
llegó a mi puerta, llamó,
Y mi corazón le
echó con sus andrajos.
Mas mi corazón
abriga la esperanza
De hallarla,
viva o muerta, alguna otra vez,
Y si tal ocurre,
¡por la Virgen Santa !,
Tan adorada
ocasión no perderé.
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