Miércoles,
23 de julio de 1980
A las ocho de la mañana me levanté con
intenciones de subir de una vez a Santa Celia. Salvador, que nos acompañó, nos
ayudó a subir los potitos. A falta de otra ropa, hube de subir en pijama. A las
diez de la mañana llegamos a Santa Celia y ayudé a Xiomara a dar clases, luego
dialogué un rato con Marta, hasta que algo antes de comer me duché, y desterré
el lodo, fango y barro que aún permaneciera en mi cuerpo.
Ruth me copió la Meditación de la Misa Campesina.
En la reunión de la noche, con Salvador
presente, hicimos un círculo de estudio para comentar “El significado histórico
del 19 de julio”; y dimos orientaciones generales sobre los nuevos lineamientos
de la Cruzada.
Jueves,
24 de julio de 1980
Esta mañana ayudé a Julia a hacer un
comentario del círculo de estudio de ayer; luego hice el repaso final a
veintitrés expedientes de alfabetizados, para que los bajara Paco esta tarde a
San Ramón. Había hecho un magnífico día casi toda la jornada, hasta las cinco
menos diez de la tarde en que se puso a llover y aún seguía un cuarto de hora
después. Diez minutos antes, Paco se fue para Yúcul con los expedientes
revisados, pues mañana tenemos reunión en La Reina y va él.
En un avance informativo, recojo entre
mis notas que Yasica Sur tenía en noviembre de 1979 un censo de 3466
analfabetos; el censo actual sobre el treinta de junio del ochenta era de 2640
analfabetos, y por esa fecha sólo había reportados cincuenta alfabetizados.
San Ramón iba por esa fecha en tercer
lugar dentro del departamento de Matagalpa, compuesto por diez municipios.
Leí por la tarde en el libro de Severo Martínez
Peláez, “La patria del criollo” y por la noche, ya en la cama, leí poesía nica
en la revista "Nicaráuac".
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