(SENSACIONES DEL ALMA)
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UN AMANECER EN GRANADA
El cielo es
tímido y su azul es pálido,
Tenue y
tembloroso. Está violento
Por la
intrepidez de su hermana la montaña.
Por su extraña
arrogancia, está molesto.
La montaña, en
un juego de prendas,
Robó al cielo su
azul intenso,
Y se vistió sin
recato,
Y si alguien
gritaba le respondía el eco.
Y el cielo,
caballero al fin,
Dejó a su
hermana hacer, aunque violento.
Y se puso
tímido, tembloroso, tenue,
Y aquel que
madrugara les descubrió en el juego.
Después apareció
el viajero del espacio,
Y los dos
hermanos volvieron a su puesto.
La montaña se
puso su falda parda y verde,
Y el cielo, al
fin galán, vistió su azul intenso.
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