Martes,
20 de mayo de 1980
Hoy, como ayer, me he levantado con ganas
de trabajar. Yo llamo trabajo al laboreo con el bolígrafo en favor de mi
cultura personal a través de la investigación militante sobre esta tierra y al
trabajo de organización de la
Cruzada a tenor de los recursos, tanto humanos a través de
brigadistas, educadores y campesinos educandos, como materiales, de libros,
lápices, tizas, murales, etc.
Socialmente esperamos que nos visite la Juventud Sandinista y
que nos envíen dos brigadistas que le prometieron a Paco ayer. Aunque en
cuestión de promesas... no hago comentarios.
Ayer regresó Ada de permiso y Karla debe
de seguir enferma, pues sigue sin aparecer por la hacienda.
La jornada la comencé con el segundo
censo de los analfabetos que nos han correspondido en las dos haciendas,
observando que han disminuido de los ciento setenta y tres iniciales a ciento
seis un mes después.
La tarde, decaído el ritmo de trabajo que
me impuse por la mañana, la dediqué a leer "Los cachorros" de Mario
Vargas Llosa, y proyectando de qué forma comenzar las “Vivencias nicaragüenses”
que tengo in mente.
Paco se fue a una reunión de la ATC a Santa Marta.
Luz Marina llegó sobre las seis de la
tarde, pero al parecer, según me comunica, se regresa mañana nuevamente a
Managua.
La cotidiana reunión pedagógica hoy fue
breve porque apagaban la luz.
De “Los cachorros” de Vargas Llosa,
entresaqué unas cuantas palabras cuyo uso me resulta desconocido en España, y al
ser el escritor peruano, nos da una idea de la riqueza lingüística de nuestro
idioma por estas tierras americanas. Las voces que entresaqué, sin orden
alfabético, fueron: chanconcito, trome, loquibambio, garúa, chimpún, chancar,
bandagán, angurriento, fruna, melcocha, chupete (beso), tirar plan, muñequear,
conchudo, zampó (emborrachó), siriar (enamorar), huachufita, locumbeta, andar
muca (andar sin dinero), buitreándose (vomitándose), perro muerto (estafa),
tocar violín (quedar al margen). Entre paréntesis lo que deduje del contexto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario