viernes, 30 de noviembre de 2012

DIARIO DE UN BRIGADISTA: LEGIÓN DE MAESTROS






Viernes, 27 de junio de 1980

Paco ha amoldado la Madelón legionaria a la realidad nicaragüense, surgiendo la canción “Legión de maestros”

Canción: LEGIÓN DE MAESTROS.

Vamos al frente vivos y ligeros
a la vanguardia que es puesto de honor
a demostrar que somos los primeros
a demostrar, maestros, su valor.
Hoy los maestros son leales
siempre dispuestos a morir
ni la fatiga ni cien males
pueden hacernos desistir.
Y antes de abandonar
a uno sin compasión
habría de caer entera la Legión.
Nuestra bandera es brava y decidida,
todos hermanos en el corazón
que viva ANDEN sobre nuestras vidas
que viva ANDEN y viva la nación.
Es la legión de los maestros
es la legión de hombres de honor
es la legión que en todos frentes
ha demostrado su valor.
Avanza sin cesar
sin temor a morir
su lema es educar
su fin es combatir
(la ignorancia*)
Nuestra bandera es brava y decidida
todos hermanos en el corazón
que viva ANDEN sobre nuestras vidas
que viva ANDEN y viva la nación.

(*) Hablado

miércoles, 28 de noviembre de 2012

POR UNA DEMOCRACIA PURA Y REAL: REFORMA ELECTORAL ¡YA!





Vaya por delante que estoy en contra de las Comunidades Autónomas, esos entes sin tradición histórica que surgieron con la Constitución de 1978,  de composición mastodóntica y que han resultado ser redes de clientelismo. Hubiera sido más positivo, a mi juicio, democratizar las Diputaciones Provinciales; y dotar a éstas de competencias, si lo que se pretendía era el acercamiento al ciudadano.

Pero ya puestos a sufrirlas, que al menos se democraticen, y que tengan opciones de participar todos aquellos partidos que les avale el respaldo popular, desde el voto uno.

Reitero que mi propuesta es la de circunscripción electoral única en el ámbito en el que se elija al Presidente, pues el Presidente de la Comunidad Autónoma lo es para toda la Comunidad Autónoma, y por tanto eliminar las divisiones provinciales.

En este sentido, vemos en las elecciones del pasado domingo en Cataluña, que tres opciones que contaron con el respaldo ciudadano en votos suficientes, han quedado fuera del parlamento.

Presento con datos oficiales, cual hubiera sido el resultado sin adulterar, con una democracia pura desde el voto uno, y entre paréntesis el resultado oficial.

CIU            1112341 votos  44 escaños          (50)
PSC             523333 votos   20 escaños          (20)
ERC             496292 votos   19 escaños          (21)
PP               471197 votos   18 escaños          (19)
ICV              358857 votos   14 escaños          (13)
C´s               274925 votos   11 escaños            (9)
CUP             126219 votos     5 escaños            (3)
PxC               60142 votos     2 escaños            (0)
SI                   46608 votos     1 escaño              (0)
Eb                  27874 votos     1 escaño              (0)
PACMA        20777 votos     0 escaños            (0)

Partido al que corresponden las siglas, en lengua vulgar:
CIU: Convergencia y Unión
PSC: Partido Socialista
ERC: Esquerra Republicana
PP: Partido Popular
ICV: Iniciativa por Cataluña
C´s: Ciudadanos
CUP: Candidatura de Unidad Popular
PxC: Plataforma por Cataluña
SI: Solidaridad por la Independencia
Eb: Escaños en blanco
PACMA: Partido contra el maltrato animal.

Por una democracia real, porque en el parlamento se escuche la voz de la calle, porque se quiten las cortapisas que impiden democratizar el parlamento, por la circunscripción única en el ámbito al que pertenezca la elección concreta, reforma electoral, ¡ya!

lunes, 26 de noviembre de 2012

DIARIO DE UN BRIGADISTA: FOTOS PARA EL CENSO DE EXTRANJEROS







Jueves, 26 de junio de 1980

Hoy ha sido un día excelente, pues no ha llovido nada en toda la jornada.
Me levanté ya con intenciones de ir a Matagalpa, y salí sobre las ocho y media de la mañana de Santa Celia. En una hora me puse en Yúcul; aquí estaría cosa de media hora hasta que cogí un raid que me llevó directamente a Matagalpa, donde llegaría sobre las diez y media de la mañana. Me mandó Ruth que fuese por el hospital a ver si aún estaba un suéter verde suyo que extraviamos allí el día que bajamos con Socorro; era naturalmente casi imposible que estuviera, pero por no tener carga de conciencia al menos, fui; naturalmente no estaba. Las cosas no desaparecen, solo cambian de dueño o de lugar; no se perdió, a buen seguro.
Pasé más tarde por la comisión departamental a poner una carta de Julia para Anay, en Walala, y otras dos cartas de las brigadistas para Radio Insurrección.
En Foto Estudio Santamaría me saqué unas fotos para el censo de extranjeros.
En la casa de los coordinadores españoles estaba Blas solo; pues al parecer, todos los coordinadores, Palomares incluido, han bajado a Managua.
Tras comprar unas cosas, fui con Blas a comer a Los Pinchitos, y a las dos de la tarde cogí el bus para San Ramón.
En San Ramón fui por la dirección de circuito, residencia de los españoles, donde Pedro el de Soria me dio las cartas que reanudaban la cadena semanal, cortada periódicamente cada seis días y reanudada el séptimo.
En la Comisión, una de apoyo logístico, me entregó un par de botas y pantalón de la Cruzada; con otra estuve discutiendo porque decía que el modelo estadístico que le había entregado estaba mal; no tengo mucha idea de cuestiones matemáticas, económicas y empresariales; pero era de sentido común que como pretendían que fuera no cuadraba con la realidad, mientras que como lo traía yo hecho cuadraban las cuentas desde cualquier perspectiva que se mirara. La estuve convenciendo de que tenía yo razón; pero al final lo de siempre: la Cruzada dice “arre” y “arre” ha de ser, aunque la razón la tenga el "so". Es el triunfo de la intransigencia que no admite razones, frente a la razón misma.
Cogí raid hasta Los Pinares, donde llegué a las cuatro y cuarto de la tarde, y de allí a Santa Celia en algo más de una hora, sobre las cinco y media ya estaba en mi residencia.
La reunión fue para pedir necesidades de material, crítica y autocrítica.



viernes, 23 de noviembre de 2012

DIARIO DE UN BRIGADISTA: DIALOGANDO CON MARTA





Martes, 24 de junio de 1980

Hoy es la onomástica del Rey y también la de mi padre.
Hoy he estado haciendo recuento de todo, poniendo todo al día, incluso el cómputo del peso: ciento veinticuatro libras ha arrojado la báscula hoy.
Supervisé tres de las cuatro UAS, a Danilo, a Ruth y a Xiomara. La adversa climatología, de lluvia, me dio motivo, injustificado, pero motivo al fin y al cabo, de no ir a la de Socorro.
En la reunión de la noche, les hablé de las pruebas iniciales, intermedias y finales; de la investigación militante; de la supervisión de las clases; del reporte quincenal; del taller sabatino; en fin, un poco de información general, para terminar con críticas y autocríticas relativas a la salida de todas a La Lima y de Marta a Managua.
Paco ha roto hoy su costumbre de hablar con ellas por la noche, quizá como sanción o castigo por la indisciplina de los últimos días; yo estuve hablando con Marta a nivel personal; en la conversación me contó sus delicados problemas personales, a los cuales le aconsejé como mejor pude y supe; y respecto a su escapada a Managua le aconsejé que dejara de preocuparse por ello, que no pasaría en definitiva nada, ninguna sanción, asunto olvidado.



Miércoles, 25 de junio de 1980

Esta mañana he tenido que seguir dialogando con Marta; no se le olvida la regañina y siente remordimiento de conciencia por haber ido a Managua, de la cual trajo muchas inquietudes personales por motivos no menos personales. Lo único que temo en este asunto es que por tal motivo baje su rendimiento en el trabajo y dé al traste con todo lo realizado. Espero que no suceda por el bien de la causa que ahora defendemos: la guerra a la ignorancia.
Comencé a hacer el Informe Quincenal de ANDEN.
Sobre la una de la tarde llegó Patricia de permiso, nos trajo cuatro cajas de potitos Gerber. Hemos conectado con España a través del único medio de comunicación que tenemos: la correspondencia.
En la reunión pedí los expedientes de las pruebas iniciales, y crítica y autocrítica. Estuve tras la misma un largo rato conversando con las chicas hasta que me rindió el sueño.


miércoles, 21 de noviembre de 2012

DIARIO DE UN BRIGADISTA: ANIVERSARIO DE CARLOS FONSECA





Lunes, 23 de junio de 1980

Hoy es el aniversario de Carlos Fonseca Amador. Desde las dos de la madrugada ha llovido sin parar. Cuando sobre las ocho de la mañana clareó bajamos a San Ramón a una reunión de españoles. Después de estar hora y media en Yúcul, sobre las once de la mañana llegamos a San Ramón. No habían llegado los coordinadores y me dispuse a ir a Matagalpa, pero como a las doce aún no me hubiera recogido ningún raid, desistí de trasladarme a Matagalpa.
Comimos en La Cabaña con los de Yúcul, y estando comiendo llegaron los coordinadores.
La reunión con los españoles la coordinaron Enrique y Mercé; comenzó sobre las dos de la tarde y se prolongó hasta las cuatro y media. Me enteré en la misma que ya habían pagado el dinero aquí, y de otras noticias con cuatro meses de retraso. Al terminar la reunión nos repartieron latas de comida y Paco hizo buen acopio de ellas. Compramos galletas y subimos. A las seis de la tarde regresamos de Yúcul a Santa Celia a enfrentarnos con los problemas de la misma.
Pero como dice el refrán, “Dios protege la inocencia”; y Marta regresó en treinta horas, el plazo previsto y sin incidentes. Trajo, eso sí, la cabeza llena de problemas familiares, a los que deberá de añadir los sociales que previsiblemente se le unirán a causa de su conducta. Pero de momento un problema lo tenemos aliviado, porque me imagino que no resuelto.
Santos Chavarría, cuando llegamos, estaba echando un discurso en la reunión de la ATC, pero al parecer había llegado después que Marta.
Por la noche les volvimos a echar la bronca en términos muy duros, para al final tranquilizarlas de que no pasaría nada. Mañana es la onomástica del Rey, y bajarán a Managua José Luis el de San Ramón y los de Yúcul, Pepe y Luis, a una recepción que ofrece el embajador con tal motivo.

lunes, 19 de noviembre de 2012

DIARIO DE UN BRIGADISTA: REUNIÓN DE ASESORES EN LOS PINARES




Domingo, 22 de junio de 1980

Cuando a desacostumbrada hora de la mañana me despertaron, antes de las cinco de la madrugada, las encontré a todas levantadas, pero me volví a acostar y no les di importancia. A las siete ya me levanté y recorrí la hacienda de punta en blanco. La casa hacienda, la bodega, el beneficio. Nada. Me encontraba solo, más solo que nunca, en la hacienda. Llegó un brigadista de Los Pinares a llevar el programa de los actos a desarrollar en el aniversario de Carlos Fonseca, para entregárselo precisamente a Marta, como responsable de célula de las brigadistas.
- Estarán a Santa Marta- le respondí, ignorante.
El brigadista marchó, pero el programa no pude entregárselo a Marta. No habían estado en Santa Marta, sino en La Lima, junto a la carretera del Tuma, despidiendo a Marta que desertó hacia Managua. Y se salió con la suya, por agarrar la varita.
A las brigadistas que quedaron les eché la bronca por haberla acompañado y ser cómplices y consentidoras; y ponernos a nosotros entre la espada y la pared. Porque a ver con qué fuerza moral íbamos a defenderlas si se descubriera que había desertado, aunque con el atenuante de regresar. Pero aquí no hay atenuantes. O se es o no se es. Ser o no ser, esa es la cuestión. Y lo más grave de todo, es que mañana, veintitrés de junio, se celebra el cuarenta y cuatro aniversario del nacimiento de Carlos Fonseca.
Tras la bronca, inútil me imagino, Julia, Xiomara y yo nos fuimos a Los Pinares hacia las nueve de la mañana; pues teníamos una reunión con Ana Rosa a las dos de la tarde, y me había dicho el brigadista de esta mañana que había que llevar la comida. Solo se llevaron el jabón. Pepe y Luis regresaron a las doce del mediodía de Matagalpa, trayéndome cartas, y a la una de la tarde tuvimos reunión con Ana Rosa todos los ATP menos Paco, que estaba en Matagalpa.
Cuando terminamos, sobre las dos y media de la tarde y después de comer, me iba a ir a Matagalpa, pero llegó Paco de la propia Matagalpa y ya no bajé. Pasamos el resto de la tarde con Ana Rosa y el resto de los ATP, conversando.
Hacia las cinco de la tarde subimos a la hacienda, contándonos por el camino todos los problemas que se habían presentado en cuestión de horas. Ya en la hacienda, Paco se quedó conversando con las muchachas y yo me fui a la cama.

viernes, 16 de noviembre de 2012

DIARIO DE UN BRIGADISTA: SOLOS EN LA HACIENDA





Sábado, 21 de junio de 1980

Esta mañana han bajado Paco y Patricia a San Ramón. Le di cuatrocientos pesos para que trajera potitos. Comenzamos después el Taller Sabatino Sandinista; en el que socializamos el Diario de Campo e hicimos sociodramas de taller, como en Managua.
Por la tarde, en una tarde aburrida, y justamente en las vísperas del aniversario de otro de los líderes del sandinismo, Carlos Fonseca, surge un nuevo problema. El mandador ha salido de la hacienda; Amanda, la cocinera, a punto de dar a luz, también; y solo quedamos en la hacienda las brigadistas y yo. Paco y Patricia también están ausentes. Marta, por mor de la confianza, comenzó ya en la tarde a fregarme sobre qué pasaría si desertara la mañana del domingo, -víspera del aniversario-. Ella bien que sabe lo que puede suceder. Los lineamientos sagrados de la Cruzada los había aprendido en el lejano marzo. Pero era solo por un día y quería visitar a su familia allá en Managua. Nosotros, acostumbrados a los viajes, sabíamos que invertíamos todo el día -léase del amanecer al atardecer, doce o catorce horas- en el viaje a San Ramón o como mucho a Matagalpa y regreso. Pero, sin embargo, le seguí la corriente. Quería irse, que se fuera, a ella no le ocurriría nada mientras estuviera yo, pues yo respondería para que nada sucediera. Yo en mi interior sabía que no tenía ningún poder y ella también lo sabía. Sin embargo, cuando ya entrada la noche seguíamos la misma historia, ella canturreando y más en serio que en broma, comenzó a preparar sus cosas.
- Oíme, Marta, no agarrés la varita- la previne.
- Dale vale, Chilo- me respondía.
Todos nos fuimos a la cama a soñar el sueño de los justos.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

lunes, 12 de noviembre de 2012

DIARIO DE UN BRIGADISTA: POMADAS MILAGROSAS





Viernes, 20 de junio de 1980

A veces me pregunto sorprendido si no tendrán en los hospitales de Nicaragua algún remedio mágico contra las enfermedades. Nuestras brigadistas, que tantos ayes de dolor y quebraderos de cabeza nos causan en la hacienda, una vez en el hospital salen sanas en menos de veinticuatro horas. Bien que lo sabemos por otras similares experiencias. Y bien que nos lo ratificó hoy Socorro. Cuando bien de mañana fuimos al hospital, ella ya había salido y nos esperaba en la puerta. Xiomara pasó consulta después, pues ya hace tres meses que no le viene el periodo; y para algo tan importante como esa alteración orgánica, le recetaron algo tan simple como una pomada. No creo que le haga efecto en veinticuatro horas, pero tampoco me extrañaría que así sucediera. Este debe ser un país de milagros y por ello geográficamente está lleno de santos.
Aquí en Matagalpa comprobamos que ya llevamos tres meses de turistas en este país, pues ya habíamos olvidado que nuestro viaje era de recreo en lugar de trabajo, claro que oficialmente, porque, a ver entonces, como se comprende el no dormir en hoteles de cinco estrellas y comer en restaurantes de cinco tenedores, y soportar polvo, sudor y lágrimas, añadiría yo a estas alturas. Y éramos turistas, porque debíamos de hacernos cuatro fotos de frente y dos de perfil y llevar el número de pasaporte para el censo de extranjeros. Porque en definitiva, extranjeros somos. Ana Rosa, con la que me encontré casualmente en Matagalpa me dio dos cartas de mi familia, que le habían dado en San Ramón.
Con la camioneta que nos llevara anoche a Matagalpa quedamos en que nos pasaría a recoger por el hospital a las diez y media de la mañana. Como sobre las once y cuarto no hubiera llegado; aquí hay que dar más tiempo de cortesía, ya se sabe; salimos andando por la carretera adelante con intenciones de empalmar con la de San Ramón. En la misma Matagalpa nos recogió Edgard, de la comisión de San Ramón y hasta ese pueblo nos llevó.
En la comisión de San Ramón, pedí material y nos dieron el didáctico, y estuve hablando con José Luis Marín, que me dio un paquete de periódicos que nos habían enviado de España.
A Santa Celia llegamos sobre las tres y cuarto de la tarde en una camioneta del INRA que nos cogió en San Ramón, después de esperar una larga hora en El Naranjo.
Leí los periódicos, escribí a España, y con Luz Marina, Marta y Julia estuvimos un largo rato cantando canciones de España; sobre todo el “Pasodoble, te quiero”: Con una guitarra y un par de palillos…, y sobre las diez de la noche, ya rendido, me dormí enseguida.

viernes, 9 de noviembre de 2012

DIARIO DE UN BRIGADISTA: DE NOCHE AL HOSPITAL




Jueves, 19 de junio de 1980

Hemos pasado la mañana escribiendo a nuestros amigos de España. Por la tarde fui a supervisar a las brigadistas, y ver que tal respondieron los campesinos al llamado de ayer. Solo regular. Han venido algunos, pero deben venir más. Xiomara tiene seis; Socorro, siete; Ruth, cuatro; y Ricardo, seis por la tarde. En total me parece que debe de haber treinta y dos, pero debemos recuperar algunos más.
En otro orden de cosas, mientras supervisaba a Ruth me picó una pulga que me ha puesto bueno el brazo izquierdo. Al contrario que ayer y anteayer que relativamente hizo buen tiempo, hoy ha llovido toda la tarde. Paco aun lloviendo ha ido a Santa Marta. Socorro se ha puesto enferma; y yo, como mandan los cánones, no he hecho hoy absolutamente nada, sino perder un día, pero ya pasó. Y es grave que me contagie de la abulia campesina, del cansancio y de la pesadez de la climatología. Ni siquiera he vuelto a escribir en siete días nada sobre “Vivencias nicas”; en definitiva, que caemos en un insano conformismo con el devenir de los acontecimientos; en una insana rutina.
Aunque Socorro se puso enferma antes de las siete de la noche, hubieron de dar las diez de la noche para que Julia, Danilo, Xiomara y yo la lleváramos al hospital. Socorro quedó en el hospital y Julia, Xiomara, Danilo y yo fuimos a dormir a casa de los coordinadores, que ya estaban en la cama, y Jesús hubo de tirarme la llave por la ventana. Eran cerca de las doce de la noche.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

DIARIO DE UN BRIGADISTA: DESERCIONES DEL CAMPESINADO




Miércoles, 18 de junio de 1980

Esta mañana he arreglado y ordenado el cajón que destinamos a material didáctico.
Por la tarde he estado supervisando las UAS de Santa Celia, excepto la de Ruth, que no ha podido dar clases por falta de alumnos.
El tira y afloja del mes pasado en orden a la indisciplina; y los constantes roces con las brigadistas por esta causa, influyeron en el desarrollo pedagógico; un sector de brigadistas trasladaban su actitud en las aulas, y el campesino sufría las consecuencias. Porque si no tenían ya de por si suficiente fuerza de voluntad, el esfuerzo intelectual que se le incitaba a desarrollar, sin aparente razón de ser positiva, era motivo para desertar de las aulas. Si por las brigadistas no había estímulo para atraerlos hacia las aulas, éstas, bien se ve, han llegado literalmente a quedarse vacías. Esperemos que solo por hoy.
Sobre las seis de la tarde, cuando regresaron de Santa Marta, hubimos de improvisar un discurso Marta y yo en el campamento de Santa Celia para concienciar a la gente de que debe de venir a clase; veremos que tal responde.
Por la noche hubo reunión, que trató de la investigación militante, de las pruebas iniciales que rogué el lunes, y de crítica y autocrítica.
Tras la cena estuve hablando con Paco, Danilo y Marta sobre el vudú, pero sobre las diez me fui a la cama. Paco no sé a qué hora se acostaría, pues no le sentí acostarse.

lunes, 5 de noviembre de 2012

DIARIO DE UN BRIGADISTA: REGRESO A SANTA CELIA




Lunes, 16 de junio de 1980

Mientras yo continuaba en casa de Miguel, Paco fue a casa de Mario, donde Ligia le estuvo explicando el sistema educativo de Nicaragua, que en esencia es como sigue: kindergarten, primaria, secundaria y universidad.
Luego, Miguel nos llevó a la Cotrán de Managua, para que desde allí a las ocho y diez saliéramos hacia Matagalpa, a donde llegamos a las diez y media de la mañana. Hasta las doce estuvimos de compras. Don Enrique Oliú, el propietario de la mayor parte de las haciendas de Yúcul nos dijo que saldría hacia Los Pinares sobre las dos y media de la tarde; fuimos con Farré a comer a La Nueva Corona de Oro; sobre las dos de la tarde cogimos la carga de la compra efectuada por la mañana y la llevamos a casa de don Enrique, de donde salimos, haciendo gala de la pulcra e idílica puntualidad nica, a las tres y media de la tarde.
Llegamos a Los Pinares a las cuatro y cuarto, pero allí Paco se enrolló con Ana Rosa y no salimos hasta las cinco menos diez de la tarde. Cuando llegamos a Santa Celia, bien rendidos por cierto, no bajaba el reloj de las seis y media de la tarde.
Estuvimos colocando las cosas y me fui después a la cama, porque estaba rendido y así podía ponerme más fácilmente en las manos de Morfeo.

Martes, 17 de junio de 1980

Me he pasado todo el día haciendo el Informe de ANDEN. Como con él me empleara hasta las ocho y media de la noche, no asistí a la reunión habitual ATP- brigadistas, que dirigió Paco en esta ocasión y trató sobre investigación militante, control quincenal de UAS, composición del Diario de Campo, llamar a los campesinos la atención para que acudan a las clases, y un estudio político.
A media tarde me pesé; mi peso: ciento veinticinco libras.

viernes, 2 de noviembre de 2012

DIARIO DE UN BRIGADISTA: LA CRUZADA EN TIPITAPA





Domingo, 15 de junio de 1980

Sobre las once, esta mañana hemos ido con Miguel y doña Lesbia a ver a Marta Graciela a Tipitapa. Allá comimos y regresamos sobre las tres de la tarde.
Por las conversaciones deduje las contradicciones que hay en la Cruzada entre las niñas de papá; y está visto, unos quieren y no pueden y otros pueden y no quieren. Mientras que los hijos de los obreros y de los barrios más pobres de Managua han de ir a los perdidos e inhóspitos lugares de las montañas de Matagalpa, Jinotega, Estelí, Nueva Segovia, lejos de la capital; los hijos de la clase acomodada se quedan en el llano a pocos kilómetros de la capital y en dignas residencias frente a las chabolas de la montaña. Y mientras los alejados de su hogar, necesarios para llevar el pan a su humilde casa, prefieren sacrificarse en aras de la revolución cultural y popular sandinista, los privados de sus caprichos quieren volver al dulce hogar, porque la ausencia de su hogar y el trato con el campesinado está reñido con la alta cuna en que nacieron. Ironías de la vida. Nada hay nuevo bajo el sol.
De regreso en Managua, mientras estábamos en casa de Mario llovió torrencialmente durante unos diez minutos, que nos hizo recordar la última noche en Santa Celia, y de que el invierno ya ha hecho plenamente acto de presencia en Nicaragua. Lluvia en la montaña y lluvia en el llano. Cuando clareó aún tuvimos tiempo de ir al Cinema Dos a ver “Hurricane”, una preciosa película.
Después del cine, Paco se fue con Mario a comprar pollo, mientras Miguel y doña Lesbia me llevaron a casa de Ángela a buscar apuntes de la bibliografía pedagógica que traje de España y que necesitaremos previsiblemente en la montaña. Estuve un buen rato platicando con la vecina y quedé con María que volvería a buscar los apuntes sobre las diez de la noche, pues no estaba Manuel que era el que tenía las llaves. Regresamos a cenar a casa de Mario, y sobre las diez volvimos Paco, Miguel y yo a recoger los apuntes, atravesando los trece kilómetros que separan ambas casas de Managua, la de Mario, residencia de Paco, de la de Ángela, residencia mía. Mis dueños ya estaban en la cama, pero como estaban advertidos, se levantaron y cogí los apuntes, así como la dirección de Ángela en San Juan de Río Coco. De regreso nos acostamos también en casa de Miguel.