(SENSACIONES DEL ALMA)
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LA AMBICIÓN DE UN IMPOSIBLE
"Ni el sol ni la
muerte se pueden mirar fijamente"
François de La
Rochefoucauld
Sentí que la
niña de mí se apartaba.
Vi todo el abismo
en mi ser impotente.
Un haz de
flechas áureas, violetas y escarlatas
Llevóse mi
pupila y mi retina celeste,
Y el rubicundo
Febo dejó fija en mi cara,
De su indómita
ira, la señal indeleble.
No pude con mi
intento que contumaz creara,
Y ante el Sol me
quedé, cual Narciso en la fuente.
Al mundo no
veía, y mi interior quedaba
De consuelo de
mis penas, de manantial de placeres.
Dentro el
absurdo estaba, el abstracto, el más allá.
Fuera el amor
quedaba, lo concreto, las mujeres.
En la inmensidad
del abismo, desde donde divisaba
La más profunda
sima y el pico más agreste,
Desnudo me vi un
día, oteé una guadaña,
Y a la dueña de
ella miréla frente a frente.
Fue pertinaz
mirada, y en desigual batalla
Quedé, una vez
más, cual Narciso ante la fuente.
Me venció la flecha
áurea, violeta y escarlata,
Y vencióme la
impasible guadaña de la muerte.
Ambas derrotas
fueron por unas tercas miradas,
Cual seguidor
narcisista, en otras vedadas fuentes.
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