Lunes,
7 de abril de 1980
Hoy hemos madrugado, levantándonos a las
cinco y media. Mario y Miguel nos trajeron hasta San Ramón, no sin antes hacer
unas compras en Matagalpa. A las diez llegaron los coordinadores españoles a
San Ramón, tratamos diferentes problemas y a la una menos veinte de la tarde
llegamos a El Horno.
Repasamos las cosas y comprobamos que
durante nuestra ausencia nos habían desaparecido: a mí, dos bolígrafos de más
valor sentimental que económico, un espejo, dos películas de fotos y dos
cuadernos, y a Paco, su miniagenda y cinco cajas de cerillas.
Leí después las cartas que recibí el
miércoles.
Escribimos a algunos amigos de Salamanca;
y luego dialogando con la dueña hasta las nueve de la noche en que nos fuimos a
la cama.
Martes,
8 de abril de 1980
Hoy he dado contestación a mis gentes de
España; asentado ya el ambiente tras las vacaciones de Semana Santa. No hay que
perder en modo alguno el cordón umbilical que me une a mis raíces, y separado
por la distancia y el océano, al menos me une la lengua y la correspondencia.
Así, pues, bienvenidas, cartas, y bien llegadas seáis, pues dais a los míos
noticias de mí.
Resumiendo un poco de lo más interesante
de lo ocurrido desde que regresamos del Pacífico y partimos hacia estos
confines de la civilización, sintetizo lo siguiente:
24 de marzo: en Managua enferma un
compañero por intoxicación, lo que obliga a retrasar el viaje. Ya en Matagalpa,
dormimos en el suelo junto a ataúdes, en casa de la familia Largaespada.
25 de marzo: desaparecen los chóferes.
Seguimos en Matagalpa.
26 de marzo: se discuten los problemas de
separación de parejas; el embajador echa un discurso sobre las condiciones de
vida en el departamento, y Paco otro sobre el aspecto sanitario.
27 de marzo: partimos hacia San Ramón, y
de aquí a El Horno.
28 de marzo: día de asueto. No hicimos nada
por falta de brigadistas.
29 de marzo: bajamos a San Ramón a buscar
brigadistas. Dormimos en San Ramón y hubo tiroteo.
30 de marzo: ubicamos a las brigadistas
en El Horno.
31 de marzo: realizamos el censo de la
hacienda Santa Lucía, en el que invertimos, viaje incluido, un total de siete
horas.
1 de abril: no hubo actividad alguna por
falta de órdenes concretas.
2 de abril: enferman dos brigadistas de
malaria. Partimos de vacaciones a Managua, pues nos vinieron a buscar.
7 de abril: regresamos de Managua. Hubo
reunión en San Ramón y se trataron problemas de ubicación.
8 de abril: absolutamente nada ni a nivel
social ni a nivel pedagógico.
Las brigadistas ya han sido repartidas
por las distintas haciendas de la comarca. Unas pocas se quedaron en El Horno,
donde los asesores también tenemos nuestro “cuartel general”; las demás se
repartieron por las haciendas de Mil Bosque, Alsacia, San Andrés, Santa Lucía y
Wabule.
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