Sábado,
28 de junio de 1980
Comenzamos a las ocho el Taller Sabatino
Sandinista en el que socializamos el Diario de Campo, que dirigió y coordinó en
su totalidad Paco, así como la piñata que organizaron durante la tarde.
Yo, por mi parte, estuve cumpliendo con
los lineamientos sagrados de la
Cruzada ; y dediqué el día a la realización del Informe
quincenal de ANDEN.
Sobre las siete las reuní para llamarles
la atención del poco rendimiento en el trabajo y a las ocho y media, cansado
ya, me puse en los brazos de Morfeo. Pero a las diez y media de la noche me
despertó Paco al acostarse él, y me contó que Luz Marina, Ruth, Socorro,
Patricia y Marta se querían ir, y que las había estado convenciendo para que no
desertaran. Lo que me temía tras la escapada de Marta se va cumpliendo. Ojalá
todo quede en agua de borrajas. Todas en general padecen de mala alimentación,
porque realmente es pésima. Pero la Cruzada exige sacrificios y no debieran desertar.
Ya veremos. Sigue lloviendo, pese a que los campesinos de Santa Marta dicen que
viene el invierno trastocado, que no es un verdadero invierno.
Domingo,
29 de junio de 1980
A las ocho y media de la mañana hemos
salido con los papás de Danilo a Los Pinares; pues a las diez teníamos una
reunión en esta hacienda con Ana Rosa. En ella pasamos y completamos el modelo
estadístico llamado EC-02, para Ana Rosa. A las dos y media de la tarde regresamos
de nuevo para Santa Celia.
Luis nos devolvió el cuaderno de Patricia
sobre investigación militante; y nos dejó el informe que tenían ellos sobre
Yúcul. Seguí, ya en Santa Celia, revisando las pruebas iniciales; tenemos
fichadas cincuenta y cinco en Santa Celia y cuarenta y una en Santa Marta. De
Santa Celia faltan las de Karla y Rosa; y de Santa Marta, las de Luz Marina y
Patricia, ya que las pruebas de estas las tiene Ada.
Estuve hablando con Marta acerca de los
problemas de la hacienda y de los grupos de parejas que se están formando:
Julia y Luz Marina; Xiomara y Ruth; Patricia y Socorro. Marta anda por libre y
además con problemas de integración en los tres grupos.
A las ocho y media de la noche comenzamos
una reunión que duró tres horas; Paco las puso a parir, como vulgarmente se
dice, por la falta de rendimiento en el trabajo, su desinterés, su desidia, su
apatía, su... todo les coge a estas alturas, ya. No sé qué caso nos harán.
Después nos acostamos.
Tanto Paco como tu os pasabais los dias regañando a los "pobres brigadista". Los nuestros quiero recordadar que eran todos chicos,tres dominicanos mayorcitos y superesponsables.Y cuando hablas de Paco ¿te refieres a francisco Gutierrez, a Paco Melcon, a Paco Rodriguez,o a Paco Sanchez? Aclaramelo e intento localizarlo en las fotos de "antes y despues" que preperamos para Valencia
ResponderEliminarJa, ja, ja, no seas exagerada, Encarna, que no éramos tan malos. Nosotros teníamos ocho brigadistas, siete mujeres y un varón de 14 años. Las mujeres tenían: cinco 15 y 16 años; otra 18, y otra 20; y aunque en general eran responsables, a veces se les olvidaban sus obligaciones, aunque hubieran transcurrido cuatro meses. Tengo para mí que la causa era la edad, pero puedo estar equivocado.
ResponderEliminarPaco es Paco Sánchez, de Salamanca.
Un beso.