Jueves,
29 de mayo de 1980
A veces pienso qué lento pasa el tiempo y
qué rápido otras veces. Todavía es jueves. Ya es jueves. Y mayo va a concluir.
Para matar el tiempo a veces canto
canciones de mi tierra o me da por hacer piruetas circenses. Sólo mi interior
sabe de esos estados de depresión y sentimiento de impotencia de sentirme
inútil y no hacer nada. La vida inactiva no se hizo para mí. Por ello empleo el
tiempo en tener la mente ocupada, bien intelectual o manualmente.
Richard aún se encuentra en la hacienda.
Marta ha copiado el calendario de actividades a realizar hasta el próximo
quince de junio. Paco ha regresado del Congreso de San Ramón y trajo noticias
verdaderamente halagadoras para cualquier maestro que se precie de tal.
Según me cuenta, la comarca de Yasica Sur
ha quedado la primera en los avances de la Cruzada en el municipio de San Ramón, tres
décimas por delante de nuestra antigua comarca, El Horno, que ha quedado en
segundo lugar.
Pero como la comarca de Yasica la forman
una veintena de haciendas, todos habremos contribuido a lograr ese primer
puesto, y nuestras haciendas quedaron las primeras de Yasica. Es pues motivo más
que suficiente para estar orgulloso.
Sin embargo, cuáles han sido los baremos
objetivos que el "tribunal calificador" ha tenido en cuenta en los
avances para auparnos a este puesto de privilegio, los ignoro.
Llegó Ana Rosa después de que hubiéramos
comido, sobre la una de la tarde, le contamos el problema de Ada y el Consejo
de Comarca que se celebrará el sábado; luego estuve supervisando las UAS.
Tras la cena tuvimos la habitual reunión,
que hoy versó:
1) Informar de los resultados del
Congreso de San Ramón en relación con la marcha de la Cruzada : primero Yasica
Sur, detrás El Horno, Guapotal y Yúcul.
2) Entregar la encuesta quincenal del
quince al treinta de mayo.
3) Informar sobre el taller de
retaguardia y censar a los niños.
4) Hacer la programación del Día de las Madres.
5) Preguntas.
6) Críticas y autocríticas.
Luego, apagadas ya las luces, comenzó
otra interesante experiencia. Paco, Patricia, Julia, Marta y yo, a partir de
las nueve de la noche, desafiamos al destino, jugando a la tabla oui-ja, y de
ese desafío hablaré más adelante.
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