miércoles, 6 de febrero de 2013

DIARIO DE UN BRIGADISTA: TARDES DE LECTURAS





Miércoles, 23 de julio de 1980

A las ocho de la mañana me levanté con intenciones de subir de una vez a Santa Celia. Salvador, que nos acompañó, nos ayudó a subir los potitos. A falta de otra ropa, hube de subir en pijama. A las diez de la mañana llegamos a Santa Celia y ayudé a Xiomara a dar clases, luego dialogué un rato con Marta, hasta que algo antes de comer me duché, y desterré el lodo, fango y barro que aún permaneciera en mi cuerpo.
Ruth me copió la Meditación de la Misa Campesina.
En la reunión de la noche, con Salvador presente, hicimos un círculo de estudio para comentar “El significado histórico del 19 de julio”; y dimos orientaciones generales sobre los nuevos lineamientos de la Cruzada.

Jueves, 24 de julio de 1980

Esta mañana ayudé a Julia a hacer un comentario del círculo de estudio de ayer; luego hice el repaso final a veintitrés expedientes de alfabetizados, para que los bajara Paco esta tarde a San Ramón. Había hecho un magnífico día casi toda la jornada, hasta las cinco menos diez de la tarde en que se puso a llover y aún seguía un cuarto de hora después. Diez minutos antes, Paco se fue para Yúcul con los expedientes revisados, pues mañana tenemos reunión en La Reina y va él.
En un avance informativo, recojo entre mis notas que Yasica Sur tenía en noviembre de 1979 un censo de 3466 analfabetos; el censo actual sobre el treinta de junio del ochenta era de 2640 analfabetos, y por esa fecha sólo había reportados cincuenta alfabetizados.
San Ramón iba por esa fecha en tercer lugar dentro del departamento de Matagalpa, compuesto por diez municipios.
Leí por la tarde en el libro de Severo Martínez Peláez, “La patria del criollo” y por la noche, ya en la cama, leí poesía nica en la revista "Nicaráuac".

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