Lunes,
23 de junio de 1980
Hoy es el aniversario de Carlos Fonseca
Amador. Desde las dos de la madrugada ha llovido sin parar. Cuando sobre las
ocho de la mañana clareó bajamos a San Ramón a una reunión de españoles.
Después de estar hora y media en Yúcul, sobre las once de la mañana llegamos a
San Ramón. No habían llegado los coordinadores y me dispuse a ir a Matagalpa,
pero como a las doce aún no me hubiera recogido ningún raid, desistí de
trasladarme a Matagalpa.
Comimos en La Cabaña con los de Yúcul,
y estando comiendo llegaron los coordinadores.
La reunión con los españoles la
coordinaron Enrique y Mercé; comenzó sobre las dos de la tarde y se prolongó
hasta las cuatro y media. Me enteré en la misma que ya habían pagado el dinero
aquí, y de otras noticias con cuatro meses de retraso. Al terminar la reunión
nos repartieron latas de comida y Paco hizo buen acopio de ellas. Compramos
galletas y subimos. A las seis de la tarde regresamos de Yúcul a Santa Celia a
enfrentarnos con los problemas de la misma.
Pero como dice el refrán, “Dios protege
la inocencia”; y Marta regresó en treinta horas, el plazo previsto y sin
incidentes. Trajo, eso sí, la cabeza llena de problemas familiares, a los que
deberá de añadir los sociales que previsiblemente se le unirán a causa de su
conducta. Pero de momento un problema lo tenemos aliviado, porque me imagino
que no resuelto.
Santos Chavarría, cuando llegamos, estaba
echando un discurso en la reunión de la ATC , pero al parecer había llegado después que
Marta.
Por la noche les volvimos a echar la
bronca en términos muy duros, para al final tranquilizarlas de que no pasaría
nada. Mañana es la onomástica del Rey, y bajarán a Managua José Luis el de San
Ramón y los de Yúcul, Pepe y Luis, a una recepción que ofrece el embajador con
tal motivo.
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