Lunes,
16 de junio de 1980
Mientras yo continuaba en casa de Miguel,
Paco fue a casa de Mario, donde Ligia le estuvo explicando el sistema educativo
de Nicaragua, que en esencia es como sigue: kindergarten, primaria, secundaria
y universidad.
Luego, Miguel nos llevó a la Cotrán de Managua, para
que desde allí a las ocho y diez saliéramos hacia Matagalpa, a donde llegamos a
las diez y media de la mañana. Hasta las doce estuvimos de compras. Don Enrique
Oliú, el propietario de la mayor parte de las haciendas de Yúcul nos dijo que
saldría hacia Los Pinares sobre las dos y media de la tarde; fuimos con Farré a
comer a La Nueva Corona de Oro; sobre las dos de la tarde cogimos la carga de
la compra efectuada por la mañana y la llevamos a casa de don Enrique, de donde
salimos, haciendo gala de la pulcra e idílica puntualidad nica, a las tres y
media de la tarde.
Llegamos a Los Pinares a las cuatro y
cuarto, pero allí Paco se enrolló con Ana Rosa y no salimos hasta las cinco
menos diez de la tarde. Cuando llegamos a Santa Celia, bien rendidos por
cierto, no bajaba el reloj de las seis y media de la tarde.
Estuvimos colocando las cosas y me fui
después a la cama, porque estaba rendido y así podía ponerme más fácilmente en
las manos de Morfeo.
Martes,
17 de junio de 1980
Me he pasado todo el día haciendo el
Informe de ANDEN. Como con él me empleara hasta las ocho y media de la noche,
no asistí a la reunión habitual ATP- brigadistas, que dirigió Paco en esta
ocasión y trató sobre investigación militante, control quincenal de UAS,
composición del Diario de Campo, llamar a los campesinos la atención para que
acudan a las clases, y un estudio político.
A media tarde me pesé; mi peso: ciento
veinticinco libras.
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