lunes, 30 de enero de 2012

SOBRE NICARAGUA: RESPUESTA A LOREN SANCHÍS




Loren Sanchís, autor del blog Brigadas de solidaridad en Nicaragua, me ha planteado recientemente en un comentario una serie de cuestiones relacionadas con un tema común que nos atrae: historias, vivencias y recuerdos de los brigadistas en Nicaragua.
Mientras iba escribiendo la respuesta, me di cuenta que como comentario era muy largo, y en nada desmerecía una entrada independiente, por lo que le di una contestación de cortesía, en tanto elaboraba este texto.

¿En que contexto te fuiste para Nicaragua?


Respecto a la primera de sus cuestiones, el contexto en el que fuimos a Nicaragua, debo decir previamente que lo que después se denominó brigada española, éramos en realidad un grupo de cooperantes financiados por el Ministerio de Educación. No fuimos, pues, una brigada de solidaridad al uso, en el sentido altruista de la palabra, aunque tampoco nos consideramos mercenarios, como alguna vez, injustamente, se nos trató. Simplemente, éramos trabajadores en el extranjero. Bien es cierto que al regresar de aquella experiencia que nos marcó profundamente, prácticamente todos los componentes de la brigada, hasta donde conozco, nos volvimos solidarios y altruistas con la linda gente de Nicaragua. Y orgullosos de haber participado en la Cruzada Nacional de Alfabetización de 1980, una gesta educativa que mereció el Premio Nadezhda K. Krupskaya de la UNESCO a la enseñanza en 1981.
En cuanto al contexto propiamente dicho, recuerdo que fue todo muy rápido. En mi caso concreto, me enteré a través de un amigo y compañero que también fue allá en la brigada. Recién acabábamos el servicio militar, que por entonces era obligatorio en España, y andábamos buscando trabajo. A mediados de febrero de aquel 1980, como cuento en mi entrada La noticia, mi amigo me informó que se había enterado que el Ministerio de Educación español solicitaba maestros que quisieran ir a Nicaragua, a la alfabetización. Supongo que el resto de compañeros de las distintas provincias seguirían un proceso parecido. En nuestro caso, no nos lo pensamos dos veces, pese a la situación de inestabilidad que vivía la zona: apenas quince días antes, a finales de enero, había tenido lugar el asalto a la embajada española en Guatemala; y para corroborar la inestabilidad, a las tres semanas de nuestra llegada a Nicaragua tuvo lugar el asesinato de monseñor Oscar Arnulfo Romero en El Salvador.
Nos apuntamos, como digo, al llamado del Ministerio de Educación, y hubo una selección previa en cada provincia; ignoro cuantos llegaron a apuntarse, tanto en cada provincia, como en el total nacional; luego, ya en Madrid, se hizo la selección definitiva, y de ahí salimos el grupo de cooperantes que formamos la denominada brigada española, compuesta por 50 maestros, 4 coordinadores y 1 un Jefe de Misión, en total, 55 personas. Nuestra misión era de asesores técnicos pedagógicos; es decir, quienes debíamos orientar a los brigadistas que estaban en contacto directo con el campesinado la forma en que se debía de llevar a cabo la enseñanza.
Ese fue, escuetamente, el contexto en el que nos integramos en la CNA (Cruzada Nacional de Alfabetización), y esa fue la parte de solidaridad inicial que el gobierno de España tuvo en ese momento con el pueblo y el gobierno de Nicaragua; pues a nuestro regreso de la Cruzada, llegó a Nicaragua un segundo contingente de cooperantes.


¿Cómo se organizó la solidaridad desde los años ´80 en España?

Respecto a la segunda de las cuestiones, ignoro el detalle de la organización de la solidaridad en España. Sé que anualmente había convocatorias desde el Instituto de Cooperación Iberoamericana; pero eran programas específicos tanto en la temática, como en la localización geográfica.
Además del Gobierno, en aquella década de los 80 tenían bastante actividad los Comités de Solidaridad con América Latina.
Y las Organizaciones No Gubernamentales, tipo Profesiones sin Fronteras (Médicos, Farmacéuticos, etcétera), que aún siguen activas.


¿Cómo fuiste a parar a una escuadra de alfabetizadores?

Respecto a la tercera de las cuestiones, como dije al principio, fuimos de forma organizada, y ya sabíamos que nuestra misión era de asesores pedagógicos. Allá en Nicaragua se nos integró en el denominado Cuarto Taller, y estuvimos las tres primeras semanas alternando las visitas turísticas guiadas con las sesiones de cursillos intensivos para conocer la realidad nicaragüense, como voy narrando en mi blog.
Luego, cuando comenzó de lleno la Cruzada, a finales de marzo, a la brigada española nos dividieron por parejas, dada la situación de inestabilidad política, y a cada pareja nos integraron en una escuadra de alfabetizadores; unas parejas estuvimos solos como asesores, y otras compartiendo la tarea con otros maestros del país. En nuestro caso concreto, tuvimos otra maestra asesora con nosotros un breve tiempo, hasta que vistas las necesidades de cada sitio, a la profesora la trasladaron de hacienda, y solo nos quedamos los dos maestros españoles de asesores de la escuadra.
La brigada española alfabetizamos y asesoramos en la alfabetización en el departamento de Matagalpa, y estuvimos distribuidos en haciendas de los municipios de San Ramón, San Dionisio, Matiguás y Muy Muy.
En mi caso concreto estuve en la hacienda Santa Celia, perteneciente al municipio de San Ramón.

Finalmente me queda que decirle, Loren, que aunque estoy orgulloso de lo que hice en aquella época, y algunos de mis compañeros vivieron momentos de peligro, las vicisitudes pasadas no fueron nada en comparación con las de Copalar y su brigada, realmente admirables. El relato de la emboscada sufrida el 14 de octubre de 1985, en la comarca Jorgito, en Zelaya Central,  leída en el blog de Alfredo Fonticelli, es escalofriante.
Invito a mis lectores a leer Mariposa de la muerte, por Copalar, en el blog de Fonti, para saber el porqué de mi admiración y de qué estoy hablando.


Un saludo a todos, especialmente en este caso a Loren Sanchís y Alfredo Fonticelli, y gracias por compartir vuestros recuerdos.






4 comentarios:

  1. Hola Isidro. Me gustan tus respuestas a Loren sanchis.Te cuento como fue mi experiencia desde madrid: la Delegacion de Educacion Provincial no convocaba oposiciones ni abria las listas de interinos en ese tiempo. Era imposible meterse en la escuela pública que ere mi objetivo.Yo tenia trabajo en la escuela privada y en investigacion pero no me gustaba el ideario de la misma. Ademas me hacia mucha ilusion colaborar con un gobierno socialista que habia derrocado a uno de los dictadores de entonces. Apareció la convocatoria para Nicaragua en el corcho de la delegacion y yo me apunté. No se cuanta gente se apuntó pero si supe por mi amiga la inspectora que no estaba facil conseguir una plaza. Tuve que tirar de curriculun y recomendaciones de mi profesor de Historia de America, que cursaba ese año, ademas de otros conocidos en la administracion. Tampoco fuimos contratados como "trabajadores en el extranjero", pues en esa epoca solo se consideraba el trabajo en Guinea. Y la figura de " Asesor Pedadgogica" no existia en la enseñanza primaria por lo cual tuvimos tantos problemas, a la vuelta, en que nos reconocieran los servicios allí prestados. Total que no fuimos como colaboradores pero tampoco bien contratados. Ahora me da lo mismo. me alegro, como tu, de haber ido. Un beso y adelante con el diario. Adeu

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  2. Hola soy Asun, acabo de descubrir tu blog, que me parece interesantísimo, no cabe duda de que tu vida no ha sido para nada, convencional. Como no se mucho sobre Nicaragua y esas vivencias, no se que es la UCA que nombras. Leeré estas especie de memorias con atención.
    Pero también te diré que si te he visitado es por lo de ser mirandés ya que ayer mismo hablaba con mi hija de Miranda de Ebro.
    En fin un gusto haberte encontrado pues estoy segura de que aprenderé mucho. Y al hilo de tus vivencias, ¿crees que la Nicaragua actual está ya muy lejos de aquella de los 80?.

    Saludos.

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  3. Hola, Asun, gracias por tu comentario y bienvenida.
    La UCA son las siglas de la Universidad Centro Americana.
    En cuanto a la diferencia de la Nicaragua actual con la de entonces, mi percepción desde la distancia es que algo ha cambiado pero no mucho. Ya no percibo la guerra larvada que se vivió en toda la década de los 80; hasta que los gobiernos conservadores de Violeta Barrios y Arnoldo Alemán consiguieron el poder; pero si percibo que la pobreza sigue abundando por doquier.
    Respecto al ser mirandés, no acabo de captar. ¿Tu hija vive en Miranda, o vive en Madrid y hablabais de Miranda? ¡Como ahora con el fútbol estamos de moda...!
    P.D.: Muy mordaz e irónica tu carta a la alcaldesa. ¡Si ella te hiciera caso...!

    Un saludo

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  4. Hola, Encarna, me alegra verte por aquí.
    La verdad es que fuimos unos bichos raros con los que los del Ministerio hicieron muchos experimentos, pues para eso fuimos pioneros. Nunca antes había habido una Campaña de Alfabetización, y por ello: No nos contrataron como trabajadores en el extranjero, pero allí estuvimos trabajando. No existía la figura de Asesor Técnico Pedagógico, pero lo crearían expresamente para nosotros. No tuvimos derecho al paro. No cotizaron por nosotros a la Seguridad Social, (en mi vida laboral no consta), y era el Ministerio el que nos contrató. No se nos reconocieron los servicios prestados. No ¿Cuántas negaciones me quedan?
    Y sin embargo, SI estuvimos orgullosos de haber ido, SI de lo que allí hicimos por la enseñanza, SI del compañerismo que tuvimos, SI por la gente que conocimos, SI de la humildad y solidaridad de sus gentes que incluso en su pobreza te daban hasta lo que no tenían, SI por lo que nos enseñaron y aprendimos; SI por ¿cuantas afirmaciones positivas me quedan?
    A pesar del racaneo que sufrimos aquí en España, estamos de acuerdo en que la experiencia mereció la pena.
    Un beso.

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